El Desgarbado Juanito Olivares

¿Eres el Juan de antes?- Me pregunta con inquisición una chiquilla que no había visto desde hace dos años. No le respondí porque era una pregunta estupidísima, como las que te hacen cuando te caes o cuando tienes cara de paja pero no hablas nada, se sabe, de antes. Así que en mi mente quedó dando vueltas esa pregunta estupidísima sobre si era el Juan de antes, o era un Juanito Marrano inflado y desgarbado, de ropas humeadas y uñas mugrientas y esas cosas que antes no solía ser.
Me miré al espejo y me dí a la razón: No era el Juan que era antes, ése Juan que se vestía con ropa nueva, que olía a detergente y se arreglaba el pelo con las manos. No, ya no era ése Juan. Ahora soy Juanito. Marrano y desgarbado, pero yo al fin y al cabo. Sin manías ni nada por el estilo, sin chasquillas perfectas ni preocupado porque mi ropa esté sin manchas. No! ahora soy Juanito y no Juan! Hippie y todo lo demás, pero Juanito! Aunque, claro, hay cosas que no se pueden (no, no no se pueden) dejar pasar, como el perfume y la ducha diaria y los pañuelos y los chicles Orbit de mentapimienta, y esas cosas, que, sin ellas, me dejaría de llamar Juan o Juanito y comenzaría a llamarme Raúl o Álvaro, el chiquillo que huele a sal. Noo! aún conservo el prefijo Juan, aunque con modificaciones drásticas.
¿Soy el Juan de antes?, no, no lo soy. Soy Juanito, y que se te quede ahí mismo.